Actuación y localización del riesgo
La eliminación de los riesgos relacionados con la exposición en el trabajo a sustancias o mezclas peligrosas: cancerígenos o mutágenos debe ser siempre nuestra primera opción.
Evaluación de riesgos
Para aquellos riesgos que no se hayan podido eliminar, deberá evaluarse la exposición a las sustancias peligrosas encontradas teniendo en cuenta la naturaleza, el grado, la duración, la frecuencia y la incidencia de la exposición de los trabajadores y trabajadoras.
Hay que realizar una primera evaluación inicial que tiene que tener en cuenta las vías de entrada posibles en el organismo y los posibles efectos sobre la seguridad y salud de los trabajadores y trabajadoras especialmente sensibles a estos riesgos. Esta evaluación deberá incluir también como actuar ante exposiciones accidentales a estas sustancias.
La evaluación deberá repetirse periódicamente y en todo caso, cada vez que se produzca cualquier cambio en las condiciones que pueda afectar a la exposición de los trabajadores y trabajadoras a agentes cancerígenos o mutágenos.
FuenteMedidas preventivas
Las medidas preventivas tienen como objetivo principal conseguir una EXPOSICIÓN CERO a sustancias peligrosas: cancerígenos o mutágenos. No existe ningún límite por debajo del cual se pueda garantizar una exposición segura a estas sustancias.
Si no es posible evitar totalmente la exposición, se debe reducir al mínimo posible, independientemente de que no se pueden superar bajo ninguna circunstancia los valores límite establecidos cuando estos existan.
La sustitución es una medida preventiva que consiste en eliminar un riesgo desde el origen, o a través de otro proceso, por otro agente químico alternativo menos o nada dañino. Esto implica un cambio en el proceso y por lo tanto debemos volver a evaluar la nueva sustancia que se va a utilizar como sustituta de la anterior.
Siempre que sea posible, la primera medida preventiva y la mejor es la sustitución del agente peligroso: cancerígeno o mutágeno por otro que entrañe menos o ningún peligro.
En la evaluación de riesgos se debe contemplar en primer lugar la sustitución y en caso de que no se pueda sustituir se tendrá que justificar la imposibilidad técnica de llevarla a cabo.
La sustitución de una sustancia implica tener en cuenta que:
- Hay que buscar otra sustancia que tenga menor o ningún riesgo que la sustituya.
- Que la nueva sustancia debe ser también evaluada.
- El cambio que supone la introducción de un agente nuevo en el proceso y los problemas que puedan surgir en la gestión de estos cambios.
Si no es posible la sustitución de cancerígenos o mutágenos, su utilización deberá realizarse en un sistema cerrado y estanco, siguiendo un programa de mantenimiento preventivo constante que garantice que su utilización es segura y que no se producen fugas.
Cuando no se pueda trabajar con un sistema cerrado, se reducirá el nivel de exposición al valor más bajo que técnicamente sea posible.
Siempre que se tengan que utilizar agentes cancerígenos o mutágenos se deberán aplicar las siguientes medidas:
- Utilizar la menor cantidad posible de cancerígenos o mutágenos en el trabajo.
- Diseñar procesos de trabajo que eviten o reduzcan la exposición.
- Limitar el número de trabajadores expuestos.
- Utilizar extracciones localizadas.
- Utilizar métodos de medición inmediata.
- Establecer procedimientos y métodos de trabajo claros.
- Adoptar medidas de protección colectiva antes que individuales.
- Limpiar regularmente paredes y suelos.
- Delimitar las zonas de riesgo, señalizarlas y controlar el acceso.
- Los envases deben estar correctamente etiquetados, de manera clara y legible.
- Instalar dispositivos de alerta.
- El almacenamiento, transporte y manipulación de residuos debe realizarse de manera segura, así como la recogida y eliminación de los mismos.
Medidas de higiene personal y protección individual
La persona responsable del centro educativo deberá adoptar las medidas necesarias para:
- Prohibir comer, beber y fumar en las zonas de trabajo.
- Facilitar a los trabajadores la ropa adecuada de protección.
- Disponer de lugares separados para la ropa de trabajo y la personal.
- Comprobar el buen funcionamiento de los equipos de protección.
- Disponer de retretes y cuartos de aseo apropiados.
Los trabajadores y trabajadoras dispondrán de 10 minutos para su aseo personal antes de la comida y antes de abandonar el puesto de trabajo. El empresario o empresaria es quien debe de ocupar de lavar la ropa de trabajo.
Medidas de información y formación de los trabajadores y trabajadoras
Es obligación de la persona responsable del centro educativo informar y formar a los trabajadores y trabajadoras sobre:
- Riesgos potenciales para la salud a los que están expuestos, incluido el tabaco.
- Precauciones que deberán adoptar para prevenir la exposición.
- Información sobre higiene personal adecuada al puesto.
- Utilización de ropa y equipos de protección.
- Medidas a adoptar en caso de que se produzca algún incidente.
Personas que no pueden trabajar con agentes cancerígenos o mutágenos
Aquellas personas que se consideren especialmente sensibles por sus características personales bien de forma permanente o transitoria.
De forma particular:
- Las embarazadas o madres en periodo de lactancia natural.
- Los menores de edad.
- Los trabajadores y trabajadoras de empresas de trabajo temporal.
La persona responsable del centro educativo deberá adoptar las medidas necesarias para:
- Prohibir comer, beber y fumar en las zonas de trabajo.
- Facilitar a los trabajadores y trabajadoras la ropa adecuada de protección.
- Disponer de lugares separados para la ropa de trabajo y la personal.
- Comprobar el buen funcionamiento de los equipos de protección.
- Disponer de retretes y cuartos de aseo apropiados.
Qué hacer si detectamos cancerígenos o mutágenos
Prevenir el cáncer laboral en los centros educativos es posible si conocemos a que sustancias peligrosas: cancerígenos o mutágenos estamos expuestos y expuestas en nuestro puesto de trabajo.
En este punto, desarrollan un papel fundamental los delegados y delegadas de prevención de los centros, en su labor de informar a los trabajadores y trabajadoras, sobre a que sustancias están expuestos y como protegerse ante ellas.
En el sector de la enseñanza la exposición a cancerígenos y mutágenos afecta tanto a trabajadores y trabajadoras como a alumnos y alumnas.
Pasos a seguir ante la exposición a sustancias peligrosas, cancerígenos o mutágenos en tu centro
Solicita la identificación de los cancerígenos y mutágenos a los que estás expuesto o expuesta. La persona responsable del centro educativo tiene la obligación de facilitarte gratuitamente, en papel o por correo electrónico esta información (Etiquetas y fichas de datos de seguridad).
Exige la eliminación o sustitución del agente o mezcla cancerígeno o mutágeno por otro que entrañe menos o ningún peligro.
Pide que se haga la evaluación de riesgos, teniendo en cuenta la peligrosidad de cada sustancia o mezcla, sus valores límite ambientales y biológicos, las cantidades utilizadas y/o almacenadas, el tipo, nivel y duración de la exposición. La evaluación de riesgos debe estar siempre actualizada.
Recuerda que la evaluación debe contemplar:
- Naturaleza, grado y duración de la exposición.
- Exposición imprevista por accidente o emergencia.
- Posibles vías de entrada en el organismo.
- Trabajadores y trabajadoras especialmente sensibles.
Reclama la aplicación de medidas preventivas. Es necesario que los trabajadores y trabajadoras estén bien informados sobre los riesgos y medidas preventivas necesarias ante la exposición al riesgo en cada caso. Los responsables de los centros educativos y los técnicos o técnicas de prevención deben adoptar las medidas que sean necesarias para conocer, informar y establecer las medidas preventivas especificas en cada caso.
Dónde podemos encontrarlos
Las sustancias peligrosas: cancerígenos o mutágenos, están más presentes en nuestra sociedad de lo que podemos pensar. Forman parte de nuestro día a día y las podemos encontrar tanto en el ámbito personal, social y ambiental como en el laboral.
En el sector educativo, también estamos expuestos a estas sustancias peligrosas, por lo que es necesario insistir en la importancia de la prevención de riesgos laborales en los centros, tras comprobar el gran desconocimiento y la falta de información existente sobre la exposición a cancerígenos y mutágenos en el sector y sus repercusiones en la salud, así como la infradeclaración de las enfermedades profesionales relacionadas con el uso de sustancias y mezclas peligrosas debido a que en muchas ocasiones no se relaciona la enfermedad con la exposición laboral al agente cancerígeno o mutágeno, ya que desde que se produce la exposición hasta que la enfermedad aparece, en ocasiones puede pasar mucho tiempo.
Los trabajadores y trabajadoras del sector docente deben de realizar su trabajo en un ambiente sano y seguro.
En el ámbito educativo los riesgos por exposición a estas sustancias peligrosas, pueden estar presentes en los locales e instalaciones, en los equipos de trabajo, materiales y sustancias que se emplean en los centros y en las diversas actividades que se realizan en ellos. Nos queremos centrar en dar a conocer los riesgos existentes en los laboratorios y en las familias de Formación Profesional en las que haya una mayor exposición a estos riesgos.